Las últimas negociaciones. El nuevo ministerio de Ciencia e Innovación. La pendiente de la C/ de la Lechuga (domicilio del inventor). El interés por explorar sectores punta. El auge de la Fórmula Bizarra. El auge despúes, sólo después en el orden, de nuestro Fernando Alonso (algo bizarro sí que tiene: no sale, no bebe y gana millones). La sierra para hierro y la segeta patria. El montar y desmontar a ciegas la moto milenaria como el chopo de la mili. El espíritu emprendedor.
Pues bien, todo ello ha dado como resultado el que ya tengamos safety car bajo patente alcarreña. Ahora empieza a tener sentido para mí aquel grito de guerra que se coreaba bajo estrellas de estío, con una banda tocando pasodobles de fondo, a prima por hora: "¡Paciencia, paciencia, Alcocer independencia!
Está llegando la hora.
Con todos Vds... el prototipo. Ya puede llover lo que quiera que estamos seguros:
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