lunes, 2 de marzo de 2009

SWEET SULLIVAN (ESCUDERÍA: TRASTORNADOS K.T.)


Es doble botijo de bronce y boina a la vuelta rápida -record absoluto del circuito (unos maravillosos 57.801´´)- en el II Gran Premio de Alcocer de kart. Cuenta sus grandes premios por poles que luego no logra culminar, quizá por un exceso de educación sobre el asfalto y el uso reiterado del intermitente para señalizar previamente cualquier maniobra. Todos sus seguidores le piden más hervor en la sangre, y él contesta con sus actos: se lleva, señores, su campamento de preparación a un combinado Habana-Varadero, del cual no se espera que venga con mayor tensión y nervios precisamente.

Posiblemente se pudiera tildar su afición por el difícil mundo del kart de alquiler, como de obsesión bizarra. Pero nada más lejos de la realidad, la causa de esta extensa dedicación a tan inútil tarea debemos encontrarla en un trauma adolescente, el día que perdió su mítico primer coche, un Renault 7 que atendía al cariñoso apelativo de Ronnie y que dejó en este castellano-manchego un hueco irremplazable que trata de llenar en un kart con velocidad punta de 50 km./h. que parece remedarle parecidas sensaciones de libertad a las que experimentaba con el añorado utilitario (hoy en día la placa de este auto está en el Hall of Fame de su txoko alcoholcereño).

Pero no te engañes Sweet, no es lo mismo.

Porque en este juego no nos jugamos quien acaba el último la fiesta y vuelve haciendo eses por carreteras angostas con el sol en la espalda. ¡No!, ¡Esto es mucho más peligroso!, aquí lo que se juegan son nuestras propias e inocentes costillas (y todos sabemos que hay más de un ejemplo de ello).



¿El rasgo principal de tu carácter?
La ingravidez senil.

¿Cuál es tu precio?
Un Brugal con coca cola


¿Qué despierta tu ira?
Las acelgas.


¿Qué objetivos te has marcado en la fórmula Bizarra?
Hacer de ella un espacio fisico-temporal, en el cual evadirme de este mundo a menudo triste y grisaceo.


Un héroe.
Manuela Sanchez, mi santa MADRE, que lleva aguantandome desde que tengo uso de razón. Y como nó mencionar a mi antorcha en la oscuridad, islote en la borrasca, y padre espiritual (sino biologico), Otto, el busero de los Simpsoms.

2 comentarios:

  1. Impresionante personaje, aunque las malas lenguas dice que no tiene ni siquiera carnet de conducir. Su afición por la velocidad le viene desde que descubrió que el coche puede ir más rápido si se quita el freno de mano, tras recorrer la Calle Mayor de Alcocer con él puesto y pisando el pedal a fondo.
    Se sabe que es el máximo accionista de su patrocinador (Coca Cola), por cuanto le basta con un único refresco de 33cl, para poder tomarse 4 pelotazos, pagando los correspondientes 4 refrescos y, alguna vez, los propios 4 ron o whiskies.
    La afición sabe que es un luchador, pero aparte de dar los intermitentes, sus alerones laterales pueden dificultarle enormemente alcanzar la velocidad supersónica que su vehículo puede lograr.
    Una pequeña puntualización a tan bravío competidor: su Renault inicial fue un R7

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  2. Querido anónimo: es curioso ver como la magia de este blog y vuestras valiosas aportaciones van dibunjando el perfil de esta leyenda. Respecto al R7 paso ahora a corregirlo -ahora que lo dices he caído, pero ten en cuenta que siempre que vi al Centauro sobre su caballo Ronnie, al día siguiente no estaba para acordarme ni del modelo ni de numeritos, bastante que no he puesto un 2 caballos, compañero-.

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