BOMBAZO HORAS ANTES DEL GRAN PREMIO

Anoche fueron vistos a altas horas de la madrugada los dos últimos Botijos de Oro del Gran Premio de Alcocer.

Así es, Mark Castle y Botijo compartieron barra durante el concierto que dio anoche en la sala El Sol el mito ochentero Coque Malla -voz del extinguido grupo Ronaldos-. Pero es que no contentos con volverse a la concentración después del concierto, bien pasada la medianoche de ayer, ambos pilotos -emblema y símbolo de tantos infantes que siguen la Fórmula Bizarra, no lo olvidemos- se fueron andando -el único deporte que ayer practicaron parece ser- hasta el nuevo garito de culto de la capital "Painting the monkey" -¿Coincidencia el nombre? ¿Profecía, acaso?-.

Efectivamente, haciendo honor al nombre del pub -que se traduciría como "Pintando la mona" al español- los últimos y flamantes poseedores del deseado dorado botijo, estuvieron baila que te baila, para estupefacción de todos aquellos que podían verlos, asidos a sendos combinados de importación, que no se les cayeron de la mano mientras permanecieron en el local.

En un momento de la farra, el asesor de imagen de Mark, el enigmático maestro hindú que atiende por el nombre de Zu, estuvo realizando extraños ritos de danza alrededor de los pilotos, en compañía de la pareja de Castle. Según este joven y mal pagado redactor ha podido averiguar, el extraño baile asincopado no se trataba de otra cosa sino de un remedo de la danza aborigen mahorí -la que practican los All Blacks antes de sus partidos de rugby-, y que bailan estos nativos para demostrar la fuerza en el combate a sus contricantes, con el objeto de lograr su achantamiento. Efectivamente, Botijo salio con la tez pálida de miedo para dirigirse rápidamente a un taxi, cuando por fin el cuarteto dio por terminada la juerga.

¡Ah... qué lejos quedan ya los momentos que ilustra la foto!, cuando dos jóvenes locos por el volante dedicaban toda su concentración y esfuerzo a triunfar en el duro deporte del Renting Kart. ¿Volveremos a ver una foto parecida? Llámenme osado, pero yo a estas horas diría que no, y que posiblemente las próximas fotos de estos ídolos caídos, se situen muy lejos de los laureles y oropeles del podio de vencedores.

En otro orden de cosas, continua adelante la investigación policial, iniciada a partir de la denuncia policial interpuesta por Castle, a raíz de la posible recepción de extraños anónimos en su móvil en tono amenzante y referidos a la carrera que se disputará hoy, dentro de escasas 3 horas. Las últimas investigaciones apuntan como posibles sospechosos y emisarios, tanto a Botijo como a Sato. Sin duda, cuando Mark se entere elegirá mejor a sus compañeros en futuras francachelas.