martes, 13 de abril de 2010

CASTLE: CON UN PAR DE BOTIJOS

La ilusión era mucha. Quizás por eso los ataques de ansiedad prodigaron entre algunos pilotos de la FIB (Federación Internacional Bizarra) y se notaron ciertas ausencias. No obstante, algunos de ellos prometen personarse en futuras carreras (la próxima el 9 de mayo, Gran Premio Casa Azul). Es el caso de Sato, Breakneck, Moderate, Luso Mendes, Dominick, Pelocho o Joan. Pese a las citadas ausencias, en el paddock estaban los anteriores ganadores y botijos de oro: Botijo, Castle y Sullivan.
Además, la temporada se ha iniciado con dos nuevos pilotos : Salvatore y Edufriend. Ambos demostraron su bizarría, y el nivel que está cobrando nuestra prueba favorita, ocupando el primer y segundo puesto, respectivamente, en el ranking de pilotos más prudentes.
Loor y gloria a ambos en este camino que han tomado sus vidas. Además, Salvatore parece que cuenta con una fuerte inversión detrás, dado que apareció en el circuito con fotografa oficial y todo.
Vayamos a la carrera. El primer juez de la misma se erige en forma de solazo que hace tostar y broncear, aún más, los torsos de los aguerridos pilotos. Los -no olviden la controvertida foto en la piscina- y las groupies del Club de Fans de Sweet Sullivan, los cuales acuden cada carrera por familias enteras, demostrando el carisma que está cobrando el piloto en todos los grupos de edad y sexo -tomen cumplida nota los espónsores-, abigarran la tribuna principal y apenas dejan de acosar a un Sweet que se muestra seguro, salvo por un leve tic apenas perceptible, que le hace oscilar la pierna derecha como a Lina Morgan. Este plumilla, que lleva cubiertas unas cuantas carreras toma cumplida nota y sabe que puede costarle caro más adelante. Acuérdense.
Pero bien, a esas horas la parafernalia del campeonísimo no ha variado un ápice desde el año pasado: lujo, fans, equipo y un patrón, Perico Briatore, que no para de presumir de pupilo mientras reparte brevas Don Álvaro entre la prensa asistente. Este gran premio está diseñado a su medida y su entorno así lo siente. Nada puede fallar.
Pelocurva también parece estar seguro de sí mismo y la capacidad de regulación térmica de su cuerpo. Luce chupa de moto de cuero auténtico, clavaita a la de Pedrosa para que se me hagan idea, importándole un bledo lo qué dira un sol que ya apunta más de 20 grados y ni una miaja de nube en el cielo. Trae personal assistant, lo que le permite estar en todo momento concentrado en el asfalto. Esto también es importante, apunten y recuerdenme.
Por su parte, el resto de la fauna completaba un paisaje desolador donde los espónsores no acaban de apostar por este deporte, de inmensas minorías, inexplicablemente. Esta injusticia fue tomada de manera natural por los Machetero, Castle y Auto-cad que no hicieron ostentación de mayores medios. Lo cual no les situó en el último escalón de las presentaciones minimalistas, no. Ese premio corresponde sin duda a Botijo, pobrecillo, el cual lució un mono azul impoluto super-retro y ortodoxo, totalmente desprovisto de espónsor alguno (Salvatore lucía gallardo la empresa de maquinaria, recambios y accesorios Liebherr). Con esta medida el piloto pretendía llamar la atención sobre la falta de apuestas de empresas por su candidatura al campeonato a lo Ross Brawn el año pasado en F1. ¿La crisis? No lo creo, la vida es dura pero a veces es justa. Recuerden este dato también por favor, no les pido tanto.
Comienza la carrera. En la tanda de entrenos, Castle obtiene el mejor puesto -58,005-, Pelocurva y Botijo ruedan en 59´s, igual que Sweet, que va de tapado sin forzar, y Machetero. A partir de ahí, el resto ha decidido que hace demasiado buen día para andar corriendo tanto.
En la clasificación ya es otra cosa. Sweet saca sus garras -57,555- y se lleva otra pole -¡siempre ha sido pole en el GP de Alcocer el bizarro!- lo que le vuelve a convertir en el principal favorito. Detrás de él van por este orden un grupo de pilotos en 58´s: Pelocurva, Castle, Botijo y Machetero; después Auto-cad (en 59´s); y, por último, Salvatore y Edufriend en 1 minuto y poco más.
La grada está con Sweet, Briatore sigue regalando puros seguro de sí. En cambio, cuando el semaforo despierta las hostilidades, algo pasa, quizá una mácula en el impecable expediente del piloto de masas: el kart de Pelocurva no arranca. Todos vacilan pero Sullivan corre que se las pela -¿no vio nada, no quiso ver o no era su problema?- y con él arrancan los demás. En la primera vuelta van: Sweet, Castle, Machetero y Botijo, pasando Pelocurva a la última posición cuando le quieren arrancar su monoplaza (que conste que viera o no viera lo que ocurrió, la maniobra de Sullivan es perfectamente legal).
Por delante se forma una terna: Sullivan, Castle y Botijo (quien pasa antes de la primera vuelta de nuevo a Machetero) que dura dos terceras partes de la carrera. Por detrás, poco a poco, Pelocurva remonta hasta la 5ª plaza fácilmente, cuando se topa con un Machetero que frena su remontada.
Cuando todo parece que va a cambiar poco, Botijo desfallece totalmente deshidratado, el cuello no obedece y se balancea de un lado para otro en cada curva como un muñeco de feria. Su penoso estado de forma le hace perder tiempo en cada vuelta (59´s; 1,00; 1,01; hasta acabar en 1,02). Pelocurva logra pasar a Machetero y ambos pasan a Botijo que pierde cualquier opción al bronce, que será para Pelocurva, completando éste la remontada más audaz de la que yo haya sido testigo.
De todas maneras por delante queda lo mejor. En la última vuelta, la carrera es presidida por Sweet y Castle, a continuación -todos conocemos que ambos tienen cuentas de anteriores premios y una rivalidad comparable a la de Joselito y Belmonte-. El primero especula con Salvatore que va a ser doblado. No quiere pasarlo para no jugarse una salida de pista (en esta fórmula bizarra nadie da paso a nadie, bizarramente), Castle apura por detrás de manera suicida -vamos, como suele pilotar siempre- hasta la última curva en la que éste toma el interior y colisiona con el actual Botijo de Oro, siendo Salvatore testigo ocasional, pasando Castle a liderar la prueba los últimos 50 metros del gran premio -los únicos de toda la mañana que son los que cuentan-.
Sullivan al cruzar la meta se ofusca, solo es Botijo de Plata (¡y qué botijo! feo como un dolor). Ha perdido su segundo Botijo de Oro. Espeta airado a Castle: "esto no puede ser", pero es el propio Briatore el que reconoce que la maniobra ha sido correcta. Las aguas vuelven a su cauce enseguida y ambos ayudan humanamente a caminar a un Botijo que apenas vale andar al final de la prueba. Cualquiera que los viera podría pensar en la metáforma del pasado, presente y futuro. Ahora... el pasado está claro, pero el presente y el futuro se lo tendrán que pelear entre el Botijo de oro y plata de este año, con permiso de los Pelocurva (¡qué remontada!), Sato (actual campeón mundial), Joan (recordemos: un concurso una victoria), que parecen ser los máximos favoritos de este año. Aunque tampoco hay que olvidar al ganador de la Boina de Honor (también perdida físicamente por el mismo piloto poseedor del anterior premio), el propio Machetero.
Se verá.

2 comentarios:

  1. Pedazo de cronica ni el AS...Lo de el tembleque en la pierna es mundialmente conocido en mis noches de desenfreno como CALANDRA o PINZA, valga como aclaracion. Al siguiente GP voy sin mis modales de colegio privado!!! SWEET.

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  2. Espeluznante relato!!!!!!
    Los cabellos se me alinean ante semejante espectáculo bizarro, el cuál nunca deja de deparar sorpresas hasta el último momento.
    Enhorabuena a Castle, aunque lamento que un piloto de su categoria se vea envuelto en escándalos de ese tipo (alimentados con sarna por el cronista, el cuál no repara en calificativos provocativos, propios de las tertulias matutinas en la taberna).
    Todavía queda mucha adrenalina en esos cuerpos castigados por la vida (y líquidos no determinados), que han de depararnos soberbios espectáculos sobre el asfalto, siempre acompasados melódicamente por los comentarios sagaces del cronista y por las contorsiones eróticas en la grada de Briatore.
    Ignoro si los demás participantes han sospechado del enorme apoyo que ha suscitado este piloto entre la población, pero sería digno de investigación por la FIB si ha podido haber cierta corrupción política en el asunto de su victoria (llamémosle "caso Gürtel del alternador") He recibido una prueba que ya se ha puesto en manos de la Fiscalía y del Comité de Auditoría de la FIB por si ha lugar a posibles sanciones.

    (http://caceresnews.com/main.php?id=f1d9f163abbe5489f0b309654e9049b9)

    cecija

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