Según el estudio encargado por la FIB a una prestigiosa consultora, la imagen percibida por la sociedad de nuestros bravos pilotos es la de una manga de pijos, locos por la gasolina y el requiebro fácil a chicas bonitas, adictos a la juerga y el desenfreno.
Nada que ver todo esto sin embargo con el bello gesto que acaba de tener Arrullus al donar 45 millones de euros provenientes de los DIC (Derecho de Infrautilización de Cuota) de lo pagado el año pasado por subirse a un renting kart.
¡Ah...!, qué bello gesto el de este piloto de tan fulgurante como breve carrera, quien tuvo que abandonar temprano el mundial, tras unos inicios tan prometedores como cautos, al serle diagnósticadas, una tras otra, continuas lesiones musculares que -tranquilizamos- en nada impiden su normal vida privada, pero no son compatibles con la gran exigencia física que precisa todo piloto bizarro.
La FIB, al ser preguntada al efecto, ha manifestado en escueto comunicado lo siguiente:
"Esta federación quiere agradecer enormemente el bello gesto del piloto Arrullus y comunica que procederá a financiar con estos valiosos fondos, la adquisición de buena parte de los trofeos de botijillos de oro, plata y bronce que el año pasado importaron un total de 54 millones de euros".
Al ser interrogado por el hecho de que tan bello gesto pudiera ser imitado por el Secretario de la FIB, donando el bonus de 1 millón de euros cobrado -hecho éste que ha se ha dado a conocer hace dos días-, el citado miembro de la federación ha contestado que verdes las han segado y que su dinero le ha costado la lipoescultura, el tratamiento de rayos UVA y la rinoplastia que ahora le permiten lucir morenazo y cuerpazo por las mejores discos del extrarradio, jurando todo esto por los mismísimos Camela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario